En el encuentro que Corinthians enfrentaba a Red Bull Brasil por el Campeonato Paulista, Emerson Sheik dominaba el balón en ataque a los 23 minutos del primer tiempo para generar peligro en el área rival. Pero repentinamente una persona se cruzó en su camino ¿Un rival? No, ¡el árbitro del encuentro!
El delantero, conocido por su temperamento, no dudo y lo empujó para no perder la pelota haciendo que el colegiado termine en el suelo. Pero luego quedó todo bien entre ambos, ya que en la continuidad de la jugada le cometieron falta y se dieron la mano.
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