En un partido épico, Paris Saint Germain logró la clasificación a cuartos de final de la UEFA Champions League y Zlatan Ibrahimovic, que fue expulsado a los 31' del primer tiempo,se desquitó contra los jugadores del Chelsea y contra el árbitro.
En el instante de la falta, casi todo el equipo inglés salió disparado a pedir la expulsión del sueco al juez y por eso Zlatan dijo: "Antes de que el árbitro me mostrase la tarjeta roja, todos los jugadores del Chelsea me rodearon. Me parecía que tenía 11 bebés a mi alrededor". Con algo de ironía porque ya sus compañeros habían igualado 2-2 en tiempo extra, haciendo historia con un jugador menos y logrando la clasificación a cuartos.
El que también ligó las críticas de Ibra fue el árbitro Kuipers. "Yo no sabía si debía enfadarme o reír. Cuando vi la tarjeta roja pensé: el tipo no sabe lo que hace", agregó el goleador, que también se perderá el compromiso de ida de la próxima fase.
El que debe estar llorando peor que un bebé es el portero del Chelsea, Courtois. ¿Por qué? Pues porque el muchacho tiene toda la mala suerte del mundo, estando en Chelsea anteriormente Cech era el titular y el Chelsea ganó la Champions, fue cedido al Atlético de Madrid y enfrentó a su ex equipo eliminándolo, pero perdiendo la final contra el Real Madrid. ¿Qué pasó ahora? Volvió a Chelsea pensando "¡esta vez si se me dará!" y nada, su equipo perdió con el PSG. Lo único que le falta al muchacho es pasar al PSG en la siguiente Champions, que le toque jugar contra Atlético de Madrid o Chelsea y pierda.
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